domingo, 20 de enero de 2013

Revista de Toxicología


La Asociación Española de Toxicología (AETOX), entidad en la que están asociados la mayor parte de los investigadores, profesionales y docentes en Toxicología de España, tiene unos 400 socios que abarcan todos los campos de la toxicología.
 
La AET está federada en organizaciones internacionales. Probablemente las más significativas son la IUTOX (International Union of Toxicology) a nivel mundial y la europea EUROTOX (Federation of European Toxicologists & European Societies of Toxicology) a nivel continental.

Desde el año 2003 publica la Revista de Toxicología  en donde se pretende ofrecer a los lectores (científicos, docentes, profesionales y estudiosos) información actualizada sobre los avances más recientes en Toxicología. Dedica especial atención a los estudios relacionados con los efectos de las sustancias químicas y los mecanismos de toxicidad.
 
 
Entre sus últimos artículos figuran estos dos que indicamos aquí:
 
- El Instituto de Investigación en Recursos Cinegéticos (IREC) ha abogado por revisar los formulados de los plaguicidas y biocidas que tienen un alto grado de toxicidad, por el riesgo de intoxicación para la fauna.
 
Un trabajo del grupo de Ecotoxicología de la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) ha hecho esta reflexión ante el peligro que entraña la comercialización de formulados "con una alta concentración de ingredientes activos de elevada toxicidad". El estudio, publicado por la Revista de Toxicología, detectó un 41,2 % de casos positivos, de los que un 40,8 % correspondieron a animales y un 52,6 % a cebos. La detección del tóxico llegó a ser del 71,4 % en el caso de los carnívoros domésticos, lo que en opinión de los investigadores indica su utilidad como centinelas del uso del veneno en el medio natural. Además, el 78,3 % de los animales que dieron positivo a los análisis toxicológicos practicados fueron considerados intoxicaciones intencionadas. Según el estudio, las aves rapaces diurnas fueron el grupo más afectado por las intoxicaciones, el 43,6 % del total de animales positivos, seguidos de los mamíferos carnívoros (27,1 %). Respecto a los tóxicos más detectados fueron, por este orden: los insecticidas anticolinesterásicos, con una presencia del 80,4 % en cebos y del 65,8 % en animales; los rodenticidas anticoagulantes (5 % y 19,6 %, respectivamente), la estricnina (2,2 % y 6,5 %, respectivamente) y el arsénico (4,5 % y 2,3 %, en cada uno de los casos).
 
De las diferencias observadas entre comunidades autónomas destaca la mayor aparición de intoxicaciones por estricnina en Asturias, rodenticidas anticoagulantes en Castilla y León, insecticidas organofosforados en Aragón, insecticidas carbamatos en Castilla-La Mancha y Madrid, y la aparición de otros venenos, como á-cloralosa o barbitúricos en Cataluña.
 
Por último, el estudio concluye que el 82,3 % de las intoxicaciones intencionadas fueron debidas a anticolinesterásicos y el 85,5 % de las accidentales a rodenticidas anticoagulantes.

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- La sustitución de las sustancias químicas peligrosas por otras que no lo sean tanto, ha de considerarse como una de las acciones más esenciales de los principios generales de la acción preventiva en la práctica de la Higiene Industrial para evitar riesgos de intoxicación y para prevenir la aparición de enfermedades profesionales.

Los cuatro principios generales de la acción preventiva que se relacionan con la sustitución de las sustancias peligrosas son los siguientes:
  • Evitar los riesgos.
  • Combatir los riesgos en su origen.
  • Tener en cuenta la evolución de la técnica.
  • Sustituir lo peligroso por lo que entrañe poco o ningún riesgo.
A lo largo de la historia de la Higiene Industrial se han propuesto numerosas sustituciones de sustancias peligrosas, que en algunos casos han concluido incluso con la prohibición de dichas sustancias. En otros casos, las propuestas están dirigidas hacia la utilización de sustancias de menor toxicidad o con efectos ambientales menos dañinos. También se han producido fracasos en el sentido de que las sustancias propuestas inicialmente en base a una pretendida menor peligrosidad, han demostrado después, a lo largo del tiempo, unos efectos perjudiciales que habían sido desapercibidos inicialmente.

En la actualidad el concepto de sustitución es interpretado de forma amplia. No se trata simplemente de cambiar una sustancia por otra menos peligrosa, sino que también se contempla el cambio o la mejora de los procesos técnicos de control que permitan la utilización más segura de los productos y sustancias que intrínsecamente puedan presentar una cierta peligrosidad.
 
Entre los productos a sustituir se encuentran: Arsénico, Cadmio, Cloruro de metileno, cromato de cinc y cromato de estroncio, dimetilformamida, formaldehido, hidracina, metil y etilglicol, óxido de etileno, percloroetileno, tricloroetileno...
 

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