viernes, 21 de febrero de 2014

Amianto: protegerse de la amenaza

Ecologistas en Acción publica una guía básica y práctica para conocer los riesgos e identificar la presencia de este material venenoso.


Aunque su uso se prohibió en 2001 a nivel estatal, la amenaza sigue presente. Techos, tubos, material para pavimentos, compuestos en enchufes, tostadoras, pinturas o zapatas de frenos, se fabricaban con amianto y algunos de esos productos siguen presentes en la vida diaria. Ante el peligro de enfermedades mortales o muy graves y la falta de un plan exhaustivo para eliminarlo definitivamente, Ecologistas en Acción lanza una guía sobre de normativas y consejos prácticos.
“Guía básica y práctica sobre amianto (uralita)” permite conocer los riesgos de este tóxico ambiental, identificar su presencia y protegerse. Señala formas de reconocer el amianto, con fotografías y descripciones, explica qué hacer y qué no hacer en el caso de encontrarlo, repasa las leyes y obligaciones de las administraciones ante un material venenoso y cancerígeno.
La guía pretende servir de ayuda a la ciudadanía sin olvidar la responsabilidad de las autoridades. Por eso llama a que se apliquen tres medidas de manera urgente: un inventario de todo el amianto existente, un Plan de desamiantado urgente y compensaciones para las víctimas del amianto, que de alguna forma pueda resarcir a quienes estuvieron expuestos y a sus familiares. Se debe aplicar el principio de “el que contamina paga” y recabar fondos de las empresas responsables.
Y es que el problema afecta a un porcentaje importante de la sociedad y seguirá haciéndolo en el futuro. Las excelentes cualidades aislantes o mecánicas y el bajo coste del amianto o asbesto hicieron que su uso se generalizara. La inhalación de polvo de amianto –y, en menor medida su ingestión o entrada por la piel- ha provocado miles de muertes, también en España.
Ante el largo periodo de latencia de muchas enfermedades provocadas por el amianto y la presencia de este material en canalones, fachadas o revestimientos, las muertes se seguirán produciendo. Según los cálculos de la Organización Mundial de la Salud en las próximas décadas se registrarán 107.000 muertes anuales por exposición laboral. En España existen estudios que apuntan a 80.000 muertes, la mitad de ellas por venir.
La guía denuncia además que, a pesar de ser una de las mayores tragedias industriales de la historia, en el caso español la principal empresa responsable, Uralita, continúa operando con ese nombre aunque distintos propietarios y no se ha debido enfrentar a consecuencias legales y administrativas contundentes.

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