domingo, 9 de septiembre de 2012


 

Los investigadores del Ártico están muy preocupados tras descubrir nuevas fuentes de escape de metano en las áreas de deshielo. Los científicos temen que el metano, que es 70 veces más nocivo para el medio ambiente que el CO2, pueda provocar la elevación de las temperaturas, lo que puede causar cambios climáticos de escala global.
 
La descongelación del suelo ártico, que se conoce como permafrost, a causa del aumento de las temperaturas y de la ligera subida del nivel del mar, libera materia orgánica atrapada desde el último máximo glacial, hace unos 20.000 años. Al derretirse, esos restos de origen vegetal y animal liberan CO2 y CH4.

Entrevista a Gordon Hamilton, glaciólogo.

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