Más de 90.000 toneladas de basura química procedente de la fabricación del pesticida lindano siguen almacenados en tres emplazamientos de Sabiñánigo, con grave riesgo para las aguas subterráneas por la proximidad del embalse del río Gállego. Así lo indica un estudio realizado por técnicos de la DGA y publicado en la revista Environmental Science and Pollution Research, bajo el título "La contaminación por HCH en el medio ambiente de Sabiñánigo" y firmado por los geólogos Jesús Fernández y Miguel Ángel Arjol y el jefe del servicio de Control Ambiental Carlos Cacho. Los residuos contienen benceno, diversos clorobencenos e isómeros de hexaclorociclohexano (HCH), un plaguicida prohibido desde 2004.
Inquinosa generó unas 6.800 toneladas al año de residuos sólidos (diversos isómeros de HCH), lo que totalizaría más de 84.000; y entre 4.000 y 6.500 de residuos líquidos, que algunas fuentes incrementan a casi 20.000. Inquinosa nunca ha afrontado los gastos de descontaminación.
Al margen de puntos de vertido dispersos y desconocidos en el término de Sabiñánigo, hay cuatro focos principales de contaminación: los vertederos de Sardas y Bailín, la fábrica en ruinas y el embalse de Sabiñánigo. Respescto a Sardas, donde el suelo no está impermeabilizado, se estima entre 30.000 y 80.000 tm de HCH sólido y 2.000 en fase líquida. Según los autores del informe el volumen total de residuos se sitúa en torno a los 350.000 metros cúbicos, reconociendo que han afectado a los suelos y a las aguas superficiales y subterráneas. Los líquidos se van filtrando por las fracturas del subsuelo (se han detectado a 40 metros) y se acercan al embalse. Se bombean desde 7 piezómetros y tras su decantación se incineran.
Los técnicos advierten de que la importancia del volumen de materia y la complejidad de su gestión, ha hecho descartar el desmantelamiento del vertedero, la incineración u otras alternativas cuyo coste es inasumible en la actual situación. Estás previsto trasladar los suelos hasta la nueva celda de seguridad construida en Bailín.
La planta cerró definitivamente en 1994 (antes ya se le había prohibido producir). En su interior quedaron abandonadas materias primas y residuos. En 2011, previa autorización judicial , entraron los técnicos , ya que no se localizó a los propietarios. En la fábrica quedan más de 100 toneladas de HCH, diversos reactivos y 6 toneladas de un ácido, muchos en bidones.
Los trabajos se centran en el vertedero de Bailín. Entre 1984 y 1992 este barranco se usó para eliminar basura industrial u urbana. Aquí hay entre 30.000 y 80.000 toneladas de HCH sólidas y 2.000 en fase líquida. También se han infiltrado en el subsuelo hacia el Gállego, situado a 800 metros. Desde 2006 se planificaron actuaciones para frenar su avance y está previsto el traslado de los suelos contamindos al nuevo vertedero, ya finalizado. Aquí se encapsularán en una celda de seguridad para luego sellar el antiguo. Será en unos meses, cuando mejoren las condiciones meteorológicas. Los técnicos reconocen que el traslado no es una solución definitiva , pero permitirá realizar los trabajos de descontaminación del acuífero y disponer de una infraestructura de almacenamiento segura mientras se desarrollan técnicas de eliminación adecuadas con plazos de operación y costes razonables.
Es estremecedor. Y lamentable. Y más cosas que no voy a decir porque me va a salir un taco detrás de otro y no es cuestión. Gracias por difundir esta información.
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