La gestión de los Biorresiduos está considerada por muchos expertos como la columna vertebral de un buen sistema de gestión de residuos. Varias son las razones que lo justifican.
En primer lugar, si se recogen de forma separada y se someten a tratamiento biológico, se obtiene una enmienda orgánica muy valiosa que puede utilizarse como componente de sustratos y para incrementar el contenido en materia orgánica de los suelos, mejorando la fertilidad y el rendimiento de los cultivos. Puede ser especialmente necesaria en las zonas donde los suelos son más deficitarios en materia orgánica y tienen mayores problemas de erosión y riesgo de desertificación.
Al mismo tiempo, la recogida separada y gestión diferenciada de los Biorresiduos es uno de los mecanismos más efectivos para dar cumplimiento a la Directiva 1999/31/CEE, relativa al vertido de residuos, y reducir drásticamente la entrada de material biodegradable en los vertederos con la consiguiente reducción de las emisiones de metano asociadas a la degradación de la materia orgánica en condiciones anaerobias. Por otro lado, la presencia de Biorresiduos como material no solicitado en el resto de fracciones recogidas separadamente, comporta una reducción de la eficiencia de separación de dichas fracciones en las plantas de tratamiento y una pérdida de la calidad de los materiales recuperados.
El objetivo de esta Guía es exponer los beneficios de la gestión diferenciada de los Biorresiduos y mostrar las diversas opciones de gestión de acuerdo con la jerarquía de residuos, a la vez que proporcionar una serie de instrumentos y recomendaciones para facilitar una gestión integrada y óptima de esta fracción. Adicionalmente se presenta una recopilación de experiencias de interés, principalmente desarrolladas en el territorio español y en otros países de la Unión Europea.
Ver Informe Gestión de Biorresiduos de competencia municipal
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