viernes, 26 de octubre de 2012

LA CARAVANA VERDE POR EL CLIMA . Más de 70 universitarios de Zaragoza difunden su mensaje verde por todo Aragón


Coches eléctricos, experimentos con energía fotovoltaica, cocinas de emisiones cero y tests sobre la huella ecológica son algunos de los innovadores instrumentos empleados por los más de setenta universitarios que durante la primera semana de octubre recorrieron diversas localidades aragonesas para lanzar un mensaje de concienciación y responsabilidad sobre el medio ambiente. Los estudiantes formaban parte de la Caravana Universitaria por el Clima que, por cuarto año consecutivo, se ha desarrollado en Aragón en una iniciativa pionera en Europa que fué puesta em marcha el año 2009 por la Oficina Verde de la Universidad de Zaragoza, cuyo coordinador es Lucio de la Cruz.

Los caravaneros recibieron previamente la correspondiente formación por parte del personal especializado de la Oficina verde en un afán de difundir el mensaje de responsabilidad para con el medio ambiente. La Caravana ha visitado colegios e institutos de la región. No menos destacados en el aprendizaje resultan los más mayores, por lo que el grupo se desplazó también a asociaciones de vecinos, mujeres y centros de discapacitados.
Los entusiastas voluntarios llevaron su mensaje ecológico a diversas poblaciones y, según los datos proporcionados por la Oficina Verde, más de 8.000 aragoneses lo han recibido directamente y se supera la cifra de 32.500 si se tienen en cuenta las ediciones anteriores. De forma indirecta se estima una cifra por encima de los 100.000 aragoneses.
Esta iniciativa, única en España, ha llegado a oídos de otras ciudades españolas y europeas, Por lo que los coordinadores están estudiando la posibilidad de ampliarla a otras ciudades e incluso fuera de las fronteras nacionales.
La experiencia ecológica no solo ha sido enriquecedora para los habitantes de las localidades visitadas. Los propios voluntarios han disfrutado de la experiencia. «Este es mi primer año y casi me quedo con las ganas, porque hay lista de espera», comentó Adrián Estrada, estudiante de 5º de Geografía de la Universidad de Zaragoza.
Y es que cada año son más los voluntarios que quieren unirse a la Caravana. Los «polos verdes», llamados así por la indumentaria de ese color que llevan los voluntarios en sus desplazamientos, aseguran que la actividad no quita mucho tiempo y que merece la pena. La eficiencia en el consumo de agua y ahorro energético ha sido el objetivo principal de la IV Caravana Aragonesa Universitaria, que ha demostrado, por cuarto año, que todo el mundo puede aportar su grano de arena para cuidar el medio ambiente.

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