Esta pregunta ha tenido tradicionalmente una única respuesta: las administraciones públicas. Por esta razón, desde hace décadas, los poderes públicos han protegido lugares de interés natural, cultural y paisajístico a
través de las diversas figuras de espacios protegidos previstas en la legislación.
Sin embargo, la experiencia ha enseñado que los valores que se tienen que conservar se encuentran por todo el territorio, más allá de los espacios naturales protegidos. Las administraciones públicas no pueden llegar a todos los rincones (los recursos económicos y humanos son limitados) y es necesaria, por lo tanto, la implicación de otros actores sociales.
La custodia del territorio es un instrumento para la conservación de la naturaleza y el paisaje que promueve, precisamente, la participación de estos otros actores: los propietarios de los terrenos, la sociedad civil organizada, del territorio y a aplicar eficazmente sus mecanismos.
Esta publicación fue el primer manual publicado en España y en lengua castellana sobre custodia del territorio (2006), precedido de publicaciones en América Latina que siguen los modelos estadounidenses. Realizado por la Fundació Territori i Paisatge y la Xarxa de Custodia del Territorio.
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