La organización ha analizado hasta 82 prendas para niños, desde camisetas a zapatos o bañadores, de las marcas Adidas, American Apparel, Burberry, C&A, Disney, GAP, H&M, Li-Ning, Nike, Primark, Puma y Uniqlo, compradas en tiendas de hasta 25 países.
La investigación confirmó que todas las prendas contenían químicos peligrosos para la salud y que pueden alterar el equilibrio hormonal, desde la ropa de marcas más económicas hasta las de lujo. Es una situación alarmante que se extiende por toda la industria.
Los análisis mostraron que un 61% de las prendas contenían nonilfenol, un grupo de químicos que actúan como perturbadores hormonales, mientras que más del 94% tenían ftalatos, utilizado comúnmente en la industria textil como suavizante y conocido como un tóxico que afecta desarrollo reproductivo en mamíferos.
A pesar de que la peligrosidad del contacto con estos químicos es evidente, se desconoce, de momento, cuál puede ser la consecuencia directa para un niño que vista esta ropa.
Greenpeace, además, insta a las grandes marcas como Burberry, Adidas o Disney a "llevar a cero" toda la presencia de tóxicos en su ropa para 2020.
Gracias a la presión popular, unas 18 marcas internacionales -entre las que se encuentran las españolas Mango o Zara- ya han registrado un gran avance en este sentido, destacó Greenpeace, después de similares informes publicados en años anteriores.
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