La prevención en materia de residuos es clave para la protección ambiental. Evitar la generación de residuos, disminuir su grado de peligrosidad o minimizar los impactos de los residuos generados tomando decisiones en la concepción y fabricación de los productos, es la forma más eficiente de evitar los daños al medio ambiente ocasionados por la generación y la gestión de los residuos. El mejor residuo es el que no se genera.
El Programa se articula en torno a cuatro líneas estratégicas destinadas a incidir en los elementos clave de la prevención de residuos: disminución de la cantidad de residuos, reutilización y alargamiento de su vida útil, reducción del contenido de sustancias nocivas en materiales y productos, así como de sus impactos sobre la salud humana y el medio ambiente.
Su puesta en práctica dependerá de múltiples acciones en distintos ámbitos. Estarán implicados tanto los fabricantes como el sector de la distribución y el de los servicios, así como los consumidores y usuarios finales y las administraciones públicas.
El Programa Estatal de Prevención desarrolla la política de prevención de residuos con el objetivo último de reducir los residuos generados en 2020 en un 10 %, respecto del peso de los residuos generados en 2010, y prevé una evaluación bienal de los avances logrados en materia de prevención.
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