domingo, 27 de enero de 2013

Tres colores: azul, blanco y rojo





"Este post participa en la XXI Edición del Carnaval de Química acogido en el blog Pero esa es otra historia...".

El tema de esta edición es "Demostremos que la Ciencia es Cultura"











Siempre que cuento que me gusta el cine de Krzysztof Kieslowski tengo la impresión de que suena pedante. ¿no me digáis que no suena a intelectual?. Pero la cosa es más sencilla.
 Hace unos años en una de las habituales noches que no consigo dormir, allá sobre las dos de la noche encendí la TV y en uno de esos canales raros encontré que empezaba una película titulada No amarás, y me gustó. Descubrí que pertenecía a una serie de películas llamadas El Decálogo de Krzysztof Kieslowski, del que nunca había oido hablar. Más tarde ví un día que echaban una película de él, se llamaba La doble vida de Verónica y me pareció una película diferente. Pero fué cuando, ya en pantalla grande, salió su trilogía Tres colores: azul, blanco y rojo, cuando me rendí ante su cine.

Las tres partes de la trilogía, realizada entre 1993 y 1994, se denominarían con los colores de la bandera oficial de Francia tras la Revolución de 1789: "Azul" para la Libertad, "Blanco" para la Igualdad, "Rojo" para la Fraternidad.

Recordad que es necesario ver la trilogía en ese mismo orden, azul, blanco y rojo.


En azul asistimos a una dura versión de la Libertad, la que está relacionada con la soledad y con la dureza del descubrimiento de la verdad. En la película kieslowski juega con el color azul y con la música "Concierto para Europa" de Zbigniew Preisner, compositor con el que trabajaría en la trilogía completa.

La mayor parte de lo que se sabe hoy día sobre la química de la visión es el resultado de los brillantes estudios empezados en 1933 por George Wald en la Universidad de Harvard, que le valieron el Premio Nobel de Biología. Wald consiguió identificar el modo en que la luz se transforma en información química transmisible al cerebro.
 
En la retina del hombre existen dos tipos de células fotorreceptoras, los conos y los bastones. Los conos son los que funcionan con luz intensa y los responsables de la visión en color, mientras que los bastones funcionan con luz tenue, pero no perciben el color. Éstas células fotorreceptoras convierten la luz en movimiento atómico (se excitan con un fotón) y después en impulso nervioso transmitido al cerebro por las fibras del nervio óptico.
 
La rodopsina es la proteína fotorreceptora de los bastones, se sintetiza en el segmento interior del bastoncito y emigra hacia los discos del segmento exterior gracias a dos unidades de oligosacáridos que posee en la región amino-terminal. Para estimular la célula fotorreceptora la luz debe de ser absorbida . Además el grupo absorbente de luz (llamado cromóforo) después de absorber un fotón, debe sufrir un cambio conformocional. La rodopsina consta de una proteína  (opsina) y un grupo prostético (11-cis-retinal) . El 11-cis -retinal está unido a la opsina mediante un enlace de Schiff.
El grupo aldehido de 11-cis-retinal se une al grupo amino de un residuo de Lisina específico de la opsina. Las propiedades espectrales de la rodopsina indican que la base de Schiff está protonada.
                                                                       +
R-COH + H2N-(CH2)4-Opsina ---> R-CH=NH-(CH2)4-Opsina + H2O
 
La opsina como otras proteínas sin grupo prostético no absorbe la luz visible. El color de la rodopsina y su respuesta a la luz depende de la presencia del 11-cis-retinal, que es un cromóforo muy eficaz. El 11-cis-retinal otorga a la rodopsina una banda amplia de absorción en la región visible del espectro, con un máximo de 500 nm, que se adapta muy adecuadamente con la luz solar.
El 11-cis- retinal tiene estas  propiedades cromofóricas favorables porque es un polieno (enlaces conjugados). Sus seis enlaces simples y dobles alternantes constituyen una larga red no saturada de electrones. La absorción de la luz da lugar a la conversión del 11-cis-retinal en su isómero trans. En todo el proceso este es el único punto en el que interviene la luz. La energía asociada a un cuanto de luz visible, produce la ruptura del enlace pi entre los enlaces C11 y C12, permitiendo la rotación a través del enlace sigma del radical resultante. Al ser más estable la forma trans, la reacción se desplaza espontáneamente en esa dirección.
La isomerización del retinal va seguida de más cambios moleculares, que terminan en la disociación de la rodopsina para obtener opsina libre y todo-trans-retinal, esta alteración es la que de algún modo manda un mensaje que el nervio óptico traslada al cerebro. Con objeto de regenerar rodopsina a partir de la opsina y del todo-trans-retinal, este último experimenta de nuevo la isomerización a 11-cis-retinal. El fenómeno ocurre con una secuencia de reacciones catalizadas por enzimas.
 
En blanco Kieslowski vuelve a jugar con el color blanco en las imágenes de grandes campos nevados, y con una versión de la Igualdad basado un poco en el juego de hoy estás arriba y mañana puedes estar abajo, porque al final todo puede cambiar. Es la única de las tres películas en donde interviene su Polonia natal.


El precursor del 11-cis-retinal es la Vitamina A (retinol). La vitamina A tiene varias funciones importantes en el organismo como la resistencia a infecciones, la producción de anticuerpos, crecimiento óseo, fertilidad, etc. Pero su principal función es la que cumple en la retina. El retinol es transportado hacia la retina, donde es oxidado a 11 cis-retinal que es llevado a las células presentes en la retina, en este caso a los bastones que se une a una proteína de la retinal llamada opsina para así formar el pigmento visual llamado rodopsina, estos bastones junto con la rodopsina detectan cantidades muy pequeñas de luz (por eso su función tan importante para la vista nocturna), estos fotones de luz desatan una cadena de eventos generando un impulso nervio al nervio óptico que el cerebro interpreta tan bien que se permite la vision a blanco y negro .

En cuanto a rojo, la última de la trilogía, únicamente puedo decir que recuerdo que cuando la ví pensé que si yo fuera director de cine, después de realizar una película como ésta ya no sabría hacer nada mejor, ya me podía retirar y morir. Desgraciadamente eso es lo que le ocurrió a Kieslowski, después de acabarla se retiró a Polonia, ya que estaba residiendo en Francia, y falleció al poco tiempo.

En la película Kieslowski vuelve a jugar con el color, con la música y con una idea de la Fraternidad entre personas por encima de las diferencias de todo tipo que puedan existir.


Visión del color
 
La visión del color depende de tres clases de fotorreceptores, tres tipos de conos retinianos que absorben respectivamente al azul, el verde y el rojo.
 Los espectros de absorción de estos tres pigmentos fotorreceptores se han obtenido iluminando los conos con un haz de luz de 1 micrómetrode diámetro. Los espectros de acción para la transmisión del impulso caen dentro de tres grupos con máximos en las regiones del azul, del verde y del rojo del espectro visible.
El cromóforo de los tres tipos de conos es el 11-cis-retinal. La base de Schiff protonada del 11-cis-retinal en ausencia de proteína, tiene un máximo de absorción de 380 nm. Así pues, los grupos químicos de la opsina tienen un gran efecto sobre las propiedades cromofóricas del 11-cis-retinal unido.
La dependencia de las propiedades de absorción de este cromoforo con respecto a su entorno protéico es un ejemplo de un principio general: las propiedades de un grupo prostético están moduladas por su interacción con la proteína.
 
 
 En la visión humana, los conos captan la luz en la retina del ojo. Hay tres tipos de conos (denominados en inglés S, M, y L), cada uno de ellos capta solamente las longitudes de onda señaladas en el gráfico. Transformadas en el cerebro se corresponden aproximadamente con el azul, verde y rojo. Los bastones captan las longitudes de onda señaladas en la curva R.
 
El ojo humano sólo percibe las longitudes de onda cuando la iluminación es abundante. Con poca luz se ve en blanco y negro. En la denominada síntesis aditiva (comúnmente llamada "superposición de colores luz") el color blanco resulta de la superposición de todos los colores, mientras que el negro es la ausencia de color.
 
El proceso de reproducción aditiva normalmente utiliza luz roja, verde y azul para producir el resto de los colores. Combinando uno de estos colores primarios con otro en proporciones iguales produce los colores aditivos secundarios, más claros que los anteriores: cian, magenta y amarillo. Variando la intensidad de cada luz de color finalmente deja ver el espectro completo de estas tres luces. Estos tres colores se corresponden con los tres picos de sensibilidad de los tres sensores de color en nuestros ojos.

Una de las características de la trilogía es que a pesar de ser tres películas independientes, los personajes se van entremezclando en las historias, sin que lleguen a conocerse, apareciendo en determinadas escenas de las demás películas. Tambíén hay escenas similares en cada una de las películas, como la de una anciana encorvada que no llega a alcanzar el agujero de un contenedor de vidrio para depositar una botella. Únicamente en la última de las películas la protagonista ayuda a la anciana, en las otras los protagonistas permanecen mirando sin ayudar. Como adivináis, ver estas películas sin perderse nada requiere estar bien atento.

Para finalizar os indico que los protagonistas de las tres películas coinciden, al final, en un suceso común que les afecta a todos ellos; Kieslowski quiere indicar la importancia que siempre tiene el azar en el devenir de nuestras vidas. Pero esa es otra historia y debe ser contada en otra ocasión...

1 comentario:

  1. ¡Gracias por este segundo post! Quiero leerlo en más detalle porque es un tema que me intriga bastante (la percepción de los colores), y gracias por la recomendación de cine :)

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