El pasado 12 de Octubre se celebró en París el Día Internacional de las víctimas del amianto.
Los minerales de asbesto tienen fibras largas y resistentes que se pueden separar y son suficientemente flexibles como para ser entrelazadas y también resisten altas temperaturas.
Debido a estas especiales características, el asbesto se ha usado en una gran variedad de productos manufacturados, principalmente en materiales de construcción (tejas para recubrimiento de tejados, baldosas y azulejos, productos de papel y productos de cemento con asbesto), productos de fricción (embrague de automóviles, frenos, componentes de la transmisión), materias textiles termo-resistentes, envases, paquetería y revestimientos, equipos de protección individual, pinturas, productos de vermiculita o de talco, etc. También está presente como contaminante en algunos alimentos.
Entre 40.000 y 60.000 trabajadores españoles morirán de cáncer hasta el 2030 por haber estado expuestos al amianto durante las dos últimas décadas. Las cifras son de auténtico escándalo. Pero todavía es más escandalosa la desatención y el olvido de los poderes públicos hacia las víctimas y sus familiares, en una situación explosiva que requiere la adopción de medidas urgentes de reparación e indemnización.
Los peligros del asbesto se conocen desde tiempo atrás. En Francia, se cita generalmente el informe del inspector de trabajo Auribault (1906) como la primera señal de alerta. El carácter cancerígeno se ha establecido científicamente desde los años cincuenta (estudios de Doll para el cáncer del pulmón y de Wagner para el mesotelioma) y una cantidad impresionante de datos epidemiológicos ha sido acumulada desde ese momento. A pesar de esto, la transferencia del conocimiento científico hacia la acción preventiva se ha dado de manera muy lenta y aun hoy en día existen sorprendentes desigualdades entre las diversas regiones del mundo. Todos los países que usan o han utilizado el asbesto enfrentan en la actualidad una epidemia de diversos tipos de cáncer ; existen, sin embargo, enormes contrastes cuando se trata de la prevención de estos tipos de cáncer y de la indemnización de sus victimas.
El asbesto es prohibido en todos los países de la comunidad europea y en otros treinta alrededor del mundo, pero varios países siguen siendo grandes productores (Rusia, China, Brasil, Kazajstán, Canadá) o grandes consumidores de asbesto (China, la India, Rusia, Brasil, Indonesia, etc).
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