domingo, 7 de abril de 2013

¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?

Siempre he querido escribir un post con este título: ¿Sueñan los androides con ovejas eléctricas?
 
Como ya sabéis es la novela en la  que se basó la película Blade Runner. En esta película el nexus 6 Roy, perteneciente a la última y más perfecta generación de replicantes, programada por ello para una corta vida (Padre, ¿Cuánto tiempo me queda?), pronuncia las siguientes palabras antes de morir:

Yo he visto cosas que vosotros no creeríais: Atacar naves en llamas más allá de Orión. He visto Rayos-C brillar en la oscuridad cerca de la puerta de Tannhäuser. Todos esos momentos se perderán en el tiempo, como... lágrimas en la lluvia. Es hora de morir.
 

¿Y ahora qué os cuento?. Pues he empezado por leer sobre los genes. Y así he visto que los seres humanos almacenamos nuestros genes en 23 pares de cromosomas, 22 de los cuales son idénticos. El 23 es una moneda biológica de dos caras: XX significa que eres hembra, y XY, varón.
 
 La hipótesis más aceptada sobre el origen y evolución de los cromosomas sexuales X e Y de mamíferos es que hace unos 300 millones de años, ambos cromosomas eran realmente homólogos y que progresivamente el cromosoma Y fue perdiendo información genética hasta llegar a la situación actual: un cromosoma que presenta muy pocos genes funcionales (la mayoría de ellos relacionados con la determinación del sexo y con la reproducción) y grandes zonas de heterocromatina (regiones no funcionales). En la actualidad el cromosoma Y contiene menos de 200 genes, mientras que el X contiene más de 1100.
 
[cromosomas+sexuales.jpg]
Un grupo de científicos ha presentado la secuencia del cromosoma que determina la masculinidad: de los 30.000 genes del hombre, sólo 78 se diferencian de la mujer. Además, según este estudio, el cromosoma masculino, el «Y» es una degeneración del cromosoma femenino, el «X».
 
 Así pues, esto significa que las mujeres no provienen de una costilla nuestra, sino que nosotros somos una degeneración de ellas. Yo ya me sospechaba algo de esto.
 
Los pares de cromosomas a menudo intercambian fragmentos de ADN en un proceso denominado recombinación, cuyo propósito es asegurar el buen funcionamiento de los genes.
 
Los rumores sobre una posible extinción del varón se iniciaron a finales de la década 1990, en la que se descubrió que el cromosoma Y humano, reducido en comparación con el X, no comparte suficiente información con este como para permitir la recombinación. Sin posibilidad de renovar los genes dañados, el cromosoma Y continuará degradándose y acabará por desaparecer. Pero bueno, tampoco hay que creer todo lo que se dice. Así que cambiemos de tema.
 
El hombre siempre ha soñado con crear vida en un laboratorio. Desde el Frankenstein de Mary Shelley hasta el Yo robot de Isaac Asimov, la vida artificial es un clásico de la ciencia ficción. Los avances tecnológicos del último siglo dan lugar a nuevos proyectos, a través de la ingeniería genética y la biología sintética.

En 1.953, Stanley Miller recreó en un laboratorio las condiciones de la atmósfera primitiva de la Tierra. Intentaba crear vida artificial para explicar cómo ésta se originó. Obtuvo numerosos aminoácidos básicos para la vida. Son el paso previo al origen de la vida. Pero nada más.

 El 20 de Mayo de 2010, científicos del centro de investigación “J. Craig Venter Institute”, fundado en Maryland y California (Estados Unidos), anunciaron que habían creado vida a partir de cero.  Se trata de la Mycoplasma mycoides, una bacteria muy simple con un código genético muy sencillo. Se aisló el ADN propio de la bacteria y se sustituyó por otro fabricado en el laboratorio. La bacteria comenzó a funcionar con el nuevo ADN, y lo transmitió al reproducirse. Aunque no es estrictamente vida artificial, pues la bacteria ya existía. Lo único artificial es su nuevo ADN.
 
Figura: Célula normal vs. célula vacía
 
  Pero, ¿realmente se ha creado vida sintética en un laboratorio?
 
En realidad, Craig Venter y sus científicos de élite, no han logrado una célula artificial generada por completo a partir de elementos inertes. Se trata de un híbrido, con la estructura natural de una bacteria viva y el material genético artificial. Para lograrlo, primero generaron un cromosoma sintético, una réplica a imagen y semejanza del genoma de la bacteria "Mycoplasma mycoides" y después lo trasplantaron a otra bacteria viva "M. capricolum" que actuó como recipiente para crear una nueva. Una vez implantado, el ADN de síntesis se activó y empezó a funcionar en la nueva célula. Sólo ha reemplazado el ADN, no ha creado una célula nueva sintética.
 
Decimos que es una célula vacía porque le ha sido extraído el ADN y por lo tanto no puede realizar ninguna función. Sin embargo, posee las membranas intactas y la forma se mantiene; al implantarle el ADN la célula que estaba vacía pudo vivir y reproducirse gracias al genoma implantado. La diferencia y lo novedoso es que todo el genoma que implantaron fue sintetizado en un laboratorio. Pero hay que tener claro que lo único completamente sintético fue el genoma, la célula vacía ya estaba allí.
 
Volvamos a la pregunta, ¿realmente se ha creado vida en un laboratorio?. Pero ¡cómo queréis que este pequeño y degenerado cromosoma Y pueda responder a eso! Me limitaré a ver la famosa escena de Blade Runner y con eso ya me vale.
 
AVISO: SI NO HABÉIS VISTO LA PELÍCULA, NO VEÁIS EL VIDEO Y CORRIENDO A VERLA
 

Como lágrimas en la lluvia



 
OS HE DICHO QUE NO LO VIÉRAIS, PERO VOSOTROS NI CASO 
 
 
Esta entrada participa en el XXIV Carnaval de la Química alojado en el blog el zombi de Schrödinger.

2 comentarios:

  1. En mi despiste he pensado que el libro era el de la peli de El silencio de los corderos (no sé qué mierda de conexiones neuronales tengo cruzadas con esos dos títulos), muy, muy buena la peli de Blade Runner, y esas referencias a Asimov y mi novela favorita de Shelley ;)

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    1. Es un clásico y mira que en la famosa charla habla de la puerta de Tannhäuser que yo no he encontrado por ningún lado, de arder naves en llamas en atmósferas sin oxígeno y los rayos C ¿son cósmicos?. Pero se le perdona todo. Y además no tiene sentido buscar la explicación a todo. Ya sabes que hay dos finales posibles según se incluya el sueño del unicornio o no. He leído que el guionista y Harrison Ford querían un protagonista humano, pero Ridley Scott prefería un replicante. Yo creo que esto último casa mejor con el ambiente de la película. Un saludo

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