martes, 14 de mayo de 2013

El uso mundial de carbono crece más rápido que las energías renovables

Un informe de la Agencia Internacional de la Energía pide más investigación y poner precio al carbono para ayudar a que las energías renovables puedan competir.
 
A pesar de que ha experimentado un crecimiento notable, la energía solar y eólica no están haciendo mella en las emisiones de carbono, según señala un nuevo informe de la Agencia Internacional de la Energía (AEI). El consumo de carbón está creciendo demasiado rápido como para compensar las ganancias derivadas de las energías renovables.
 
Según el informe, la capacidad de energía solar aumentó en un 42 por ciento, y la eólica un 19 por ciento durante 2012. En comparación, el carbón solo ha crecido un 6 por ciento en los últimos dos años. Pero debido a que la capacidad total instalada de energía procedente del carbón ya era enorme, la cantidad de capacidad de carbón añadida ha sido mucho más grande que la de energía solar y eólica. Incluso el aumento en el consumo de gas natural no ha disminuido el uso de carbón en todo el mundo.
La energía renovable no puede mantenerse al día con el carbón, y mucho menos disminuir su uso. De 2001 a 2010, la cantidad de electricidad generada con carbón aumentó en 2.700 horas de teravatios. Durante el mismo período, la electricidad procedente de fuentes no fósiles como la eólica, solar, biomasa, la energía hidroeléctrica y la nuclear, aumentó menos de la mitad de esa cantidad: 1.300 horas de teravatios.
A nivel mundial, se está instalando más la energía procedente del carbón ya que resulta barata, fiable y fácil de incorporar a la red. Antes de que los países decidan detener la construcción de nuevas plantas de carbón, otras alternativas de bajo carbono como la eólica y la solar tienen que conseguir abaratarse, señala la Fundación para la Innovación y la Tecnología de la Información.
 
En 2011 China construyó tantas plantas de carbón como las que existen en Texas y Ohio, a pesar de ser el líder mundial en el despliegue eólico. Incluso China, con sus aparentemente interminables presupuestos gubernamentales sigue implementando combustibles fósiles porque son baratos y de alto rendimiento.
La falta de progreso en el desarrollo e implementación de tecnología para la captura de dióxido de carbono de las centrales eléctricas también es algo digno de mención. Es un buen ejemplo a estudiar porque hace una década teníamos grandes esperanzas [en cuanto a la captura y secuestro de carbono (CCS, por sus siglas en inglés)], pero en la última década, básicamente, en ninguna parte del planeta ha surgido un modelo de negocio viable para generar energía eléctrica con CCS.
El informe de la AIE señala que mientras que la financiación debería triplicarse para proporcionar el tipo de tecnología necesaria para sustituir los combustibles fósiles, la participación real en los gastos de I+D energética está bajando. También pide una reducción de los subsidios a los combustibles fósiles, que con 523.000 millones de dólares (401.000 millones de euros) suponen una cantidad seis veces superior a los subsidios para la energía renovable.

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