El cambio hacia una economía verde a nivel mundial es un paso fundamental para alcanzar el desarrollo sostenible, y los países en desarrollo están bien posicionados para contribuir a catalizar esta cambio, de acuerdo con un nuevo informe publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).
Si bien aún representa un pequeño porcentaje del mercado global, el comercio de productos certificados y de bienes y servicios ecológicos va en aumento en términos absolutos. Por ejemplo, se proyecta que el mercado internacional de tecnologías de eficiencia energética y de bajas emisiones de carbono, en los que se incluyen los productos que suministran energía renovable, casi se triplicará para el año 2020, alcanzando los 2,2 billones de dólares.
El informe Green Economy and Trade – Trends, Challenges and Opportunities (Comercio y economía verde; tendencias, desafíos y oportunidades), señala que los países en desarrollo que cuentan con abundantes recursos renovables están bien posicionados para capitalizar las oportunidades de incrementar su cuota en mercados internacionales en beneficio de productos y servicios sostenibles.
El informe analiza seis sectores de la economía: la agricultura, la pesca, los bosques, la industria, la energía renovable y el turismo, en los que existen oportunidades de comercio, e identifica medidas, tales como certificaciones y reformas en políticas, que pueden ayudar a que los países en desarrollo se beneficien de dichos mercados.
Algunas de las tendencias resaltadas en el informe ilustran este potencial. Por ejemplo:
- Agricultura. Se prevé que el mercado internacional de las bebidas y los alimentos orgánicos crecerá de 62,9 miles de millones, valor total en 2011, a US$ 105 miles de millones para el año 2015. Por ejemplo, la producción de té de acuerdo con los estándares de sostenibilidad ha crecido en un 2000 % entre los años 2005 y 2009.
- Pesca y acuicultura. La pesca de captura ya certificada o en evaluación completa registra capturas anuales de aproximadamente 18 millones de toneladas métricas de productos del mar. Esto representa cerca del 17% de la pesca de captura anual a nivel internacional, y la demanda supera ampliamente la oferta. Además, se proyecta que el valor total de los productos del mar criados de acuerdo con los estándares certificados de sostenibilidad aumentará de US$ 300 millones en 2008 a US$ 1,25 miles de millones en 2015.
- Silvicultura. A principios de 2013 la superficie total de bosques certificados asciende a aproximadamente 400 millones de hectáreas, correspondientes al 10% de los recursos forestales a nivel global. Las ventas de productos de madera certificados superan los US$ 20 miles de millones anuales.
- Industria. Muchos proveedores están potenciando el nivel ecológico de sus prácticas para asegurarse sus puestos dentro de las cadenas de suministro internacionales. Esto queda ilustrado, por ejemplo, por el aumento del 1.500% en las certificaciones ISO 14001 sobre sistemas de gestión ambiental entre 1999 y 2009.
- Energía renovable. Desde 1990, el crecimiento anual en la capacidad de suministro de biocombustible y energía eólica y solar fotovoltaica ha sido de un promedio del 42, 25 y 15%, respectivamente. En 2010, las inversiones en el suministro de energía renovable alcanzaron los US$ 211 miles de millones, lo que representó un aumento de cinco veces desde 2004, y más de la mitad de estas inversiones fueron realizadas en países en desarrollo. Los países en desarrollo han aumentado significativamente las exportaciones de equipos de energía renovable, tales como paneles solares, turbinas eólicas y calentadores solares de agua, y han expandido su potencial de exportación de electricidad de fuentes renovables.
- Turismo. En 2012, por primera vez, el turismo internacional alcanzó los mil millones por año. En los países en desarrollo, la cuota de mercado de la industria aumentó de un 30% en 1980 a un 47% en 2011, y se prevé que alcanzará un aumento del 57% en el año 2030. El subsector de más rápido crecimiento en el turismo sostenible es el ecoturismo, que se centra en actividades en la naturaleza. Muchos países en vías de desarrollo gozan de una ventaja comparativa en el ecoturismo debido a sus entornos naturales, el patrimonio cultural y las posibilidades que ofrecen para el turismo de aventura.
La transición hacia una economía verde puede facilitar el desarrollo de nuevas oportunidades comerciales, que a su vez ayudará brindar mayor sostenibilidad al mercado internacional.
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