viernes, 30 de noviembre de 2012

Materias primas renovables. (Elísabet Pires, ISQCH)

En un mundo en el que el petróleo se acaba o resulta cada día más caro debido a la dificultad en su extracción, nos planteamos ¿podemos prescindir del petróleo?
Para los curiosos un video de National Geographic disponible en youtube nos da una idea de lo que ocurriría si un día nos levantásemos y no quedase ni una gota de petróleo. Esto implicaría no sólo que perderíamos el combustible para nuestros medios de transporte sino la materia prima para la fabricación de la mayor parte de los objetos que nos rodean: ropa, muebles, electrodomésticos, …
¿Qué hemos hecho para gastar en un siglo la herencia que la naturaleza tardó millones de años en crear? Está claro que no hemos sabido administrar muy bien nuestros recursos, sin contar con los efectos secundarios del uso de los mismos: emisiones de CO2, cambio climático,…
Ante esta situación el mundo científico se ha puesto manos a la obra para encontrar sustitutos del petróleo y de nuevo la naturaleza nos brinda la solución.
Todos hemos oído hablar de las energías renovables, que permiten reducir el uso de fuentes fósiles y mitigar en parte las emisiones de CO2 y otros contaminantes a la atmósfera, pero ¿qué son las materias primas renovables?
Como su propio nombre indica son materias primas que pueden renovarse, o lo que es lo mismo, no agotables como en el caso del petróleo y aquí es donde entra en juego la naturaleza, proporcionándonos moléculas que podemos utilizar para sintetizar muchos de los compuestos y materiales de los que no podemos prescindir si queremos mantener la calidad de vida de la que disfrutamos en la actualidad.
 
Pongamos algún ejemplo ilustrativo:
 
Y empecemos con algo tan cotidiano como las bolsas de plástico de los supermercados, esas que ahora nos cobran y que estamos intentando sustituir por ser altamente contaminantes si son enviadas a los vertederos. Estas bolsas están constituidas de un polímero no biodegradable denominado polietileno. La materia prima para su fabricación es el etileno, proveniente del petróleo. Sin embargo, tenemos una alternativa a nuestro alcance, las bolsas de plástico biodegradables procedentes de almidón de patata. No es difícil de entender que la patata es una materia prima renovable, sin más que volver a cultivarla. Mejoras genéticas están consiguiendo patatas con una mayor producción de almidón, destinadas a la producción de ácido láctico, precursor del bioplástico del que están formadas estas bolsas.
Así que a partir de ahora empezaremos a oír hablar cada día más de biorrefineria como alternativa a la tradicional refinería. En una biorefinería la materia prima es siempre renovable, así como el vector energético para su funcionamiento. Un ejemplo claro de este tipo de refinerías son las plantas productoras de bioetanol, biocombustible sustituto de la gasolina, en Brasil. En las plantas de bioetanol, la caña de azúcar es tratada para la obtención de combustible, mientras los residuos lignocelulósicos son aprovechados para generar energía para el funcionamiento de la misma.
 

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